lunes, 20 de agosto de 2007

Sanidad Interior para volverse rico:

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Lucas 4:16-19 "Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dió el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mi, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.
La Unción
Nuestro Señor Jesucristo fue a su propio pueblo y entrando en la sinagoga buscó específicamente esta escritura del profeta Isaías. El señaló que su ministerio estaba ungido para darle buenas noticias a los pobres. Todo el mundo puede predicar prosperidad pero no todo el mundo está ungido para transferir esa unción a los creyentes.
Por todas partes he escuchado personas predicando mensajes que por 30 años el Señor depositó en mi corazón y en el ministerio. Los he escuchado predicarlos letra por letra y con las mismas anécdotas y experiencias. Sin embargo la unción no se ha manifestado en los creyentes.
La Unción viene como una gracia especial de Dios para con el que el quiere que predique la prosperidad. Mientras usted lee este mensaje la unción de este ministerio se le irá transfiriendo poco a poco. Y mientras mas usted pueda integrarse en comunión, en estudio y participación al ministerio, más y más aumentará en usted esta unción.
Sanidad Interior
Notemos que en el verso 18 el Señor leyó, sobre su misión de sanar a los quebrantados de corazón. Es decir que la sanidad interior es sumamente importante para que la persona pueda progresar. Un hombre o una mujer quebrantados de espíritu no pueden prosperar. Entendamos que la bendición de Dios está disponible para todo el mundo. Existe abundancia suficiente para cada uno. Todos los días las riquezas se aumentan en diferentes formas de bienes y servicios. Pero el quebrantamiento interior cancela la capacidad para atraerlos a la persona. Por eso muchos cristianos continúan batallando con las finanzas.
La Culpa
El peor de los sentimientos que quebranta al hombre interior es la CULPA. La culpa se pega al alma y al espíritu, de tal manera que parece que es imposible llegar a ser libre de ella. La culpa enajena, ciega, confunde, deprime, paraliza, enferma y puede llegar a volver loca a la persona que la carga por mucho tiempo.
La culpa puede ser real o simplemente neurótica. Es decir que la persona se puede sentir culpable por sus hechos, o por los de otros, siendo inducida en la mente como si fuera suya inevitablemente.
Por ejemplo, un hijo se sentía terriblemente culpable por la muerte de su padre alcohólico. Un padre se sentía culpable por su hijo que montado en su bicicleta cruzó la calle y fue accidentado.
A todos se nos ha enseñado a sentirnos culpables de una forma u otra desde temprana edad, en el hogar, en la escuela o en la iglesia. Se nos trató de controlar con frases tales como, "Papa Dios te va a castigar", o "Tu no sirves para nada", "Eres un ignorante" o "Mamá y Papá están enfermos por tu culpa".La cantidad de frases condenatorias como estas, es interminable.
Hay quienes se cansan y proceden a manifestar una conducta violenta porque es una de las formas de pretender derrotar la culpa que llevan dentro. Sin embargo su conducta negativa se las aumenta. Otros se vuelven tímidos y retraídos sin poder expresar su máximo potencial.
La Culpa Quitada
Isaías 6:7 "Y tocando con el sobre mi boca dijo: He aquí que esto tocó tus labios y es quitada tu culpa"
El profeta Isaías tuvo la magnifica visión del Señor sentado en su trono y serafines volando a su alrededor. Estos decían Santo, Santo, Santo Jehová de los Ejércitos, toda la tierra está llena de tu Gloria. Isaías debió sentirse profundamente feliz de saber que toda la tierra estaba llena de la Gloria de Dios. Sin embargo la culpa neurótica que llevaba por dentro le hizo sentirse miserable ante aquella revelación. El dijo que el era un hombre de labios inmundos y por lo tanto era culpable e indigno de ver lo que veía. Añadió que era culpable también por vivir en medio de un pueblo que tenía labios inmundos. Esa es la culpa neurótica. La que pretende cargar con la responsabilidad de otros enfermizamente. Un angel tuvo que venir con un carbón encendido y tocar su boca, quemándola para que se sintiera libre de su culpa. Ese carbón encendido y tostado por el calor representa la obra de nuestro Señor para quitar nuestra culpa. Mas tarde el profeta tuvo la revelación de la obra expiatoria del Señor y escribió lo siguiente:
Isaías 53:5 " Mas El herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre El y por su llaga fuimos curados."
Usted verá que la escritura dice "El castigo de nuestra paz fue sobre El". Es decir el castigo de nuestra culpa, para que tuvieramos paz y prosperidad, fue sobre El. Cristo llevó tu culpa y la mía sobre si mismo, para que seamos libres de la maldición y la pobreza. El Apóstol Pablo dijo que Cristo siendo rico se hizo pobre para que nosotros fueramos enriquezidos.
El mismo profeta escribio en Isaias 43:25 "Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordare de tus pecados."
Usted ve? Dios recibe al que se humilla y se arrepiente. Entonces perdona y borra sus pecados para siempre diciéndole; Nunca más me acordaré de ellos. Si Dios no se acuerda de ellos, ¿porque tiene usted que andar recordándolos todo el tiempo? o ¿porque tiene que permitir que otros se lo recuerde para traerle mas culpa?
Suelte la Culpa Ya
Basta ya, no cargue mas con sus culpas o las culpas ajenas. Usted tiene derecho a rehacer toda su vida y volverse rico si lo desea. No hay pecado que la sangre de Cristo no pueda perdonar. Levántece, celebre su libertad, viva su vida y sea feliz. Las riquezas le seguirán en todo lo que emprenda.